Turkish PM Erdoğan's April 23 statement on Armenian issue (in Spanish)
MENSAJE DEL PRIMER MINISTRO DE LA REPUBLICA DE TURQUÍA, SR. RECEP TAYYIP ERDOĞAN
ACERCA DE LOS ACONTECIMIENTOS DE 1915
(TRADUCCIÓN NO OFICIAL)
“La
fecha del 24 de abril que conlleva un significado particular para
nuestros ciudadanos armenios al igual que todos los armenios alrededor
del mundo, provee una valiosa oportunidad para compartir libremente
opiniones sobre un hecho histórico.
Es indiscutible que los
últimos años del Imperio Otomano fueron un periodo difícil, lleno de
sufrimientos para millones de turcos, kurdos, árabes, armenios y demás
ciudadanos otomanos, independientemente de su religión u origen étnico.
Una
posición concienzuda, justa y humana requiere un entendimiento de todos
los sufrimientos padecidos en ese periodo, sin discriminar respecto a
religión o etnicidad.
Naturalmente, ni establecer jerarquías de
dolor ni comparar y contrastar sufrimientos conlleva significado alguno
para los que han padecido ellos mismos este dolor.
Como dice un proverbio turco, “el fuego quema el sitio donde cae”.
Es
un deber de humanidad entender y compartir que los armenios también
conmemoran los recuerdos de los sufrimientos padecidos en ese periodo al
igual que los otros ciudadanos del Imperio Otomano.
En Turquía,
la libre expresión de opiniones y pensamientos diferentes acerca de los
acontecimientos de 1915 es un requerimiento de la pluralidad de los
puntos de vista, de la cultura democrática y de la modernidad.
Algunos
pueden percibir este clima de libertad en Turquía como una oportunidad
para expresar afirmaciones y alegaciones acusatorias, ofensivas e
incluso provocadoras.
Aun así, si esto nos va a permitir
entender mejor los hechos históricos con sus aspectos legales y
transformar otra vez el resentimiento en amistad, es natural que se
acepten con empatía y tolerancia opiniones divergentes y que se espere
una actitud similar de todas las partes.
La República de Turquía seguirá acercándose con madurez a todo pensamiento compatible con los valores universales del derecho.
Sin
embargo, utilizar los acontecimientos de 1915 como una excusa para
mostrar hostilidad en contra de Turquía y transformar este asunto en
materia de conflicto político es igualmente inadmisible.
Los
incidentes ocurridos durante la Primera Guerra Mundial son el dolor
común de todos nosotros. Evaluar esta historia dolorosa a través de la
perspectiva de memoria justa es una responsabilidad humana y científica.
El
haber vivido durante la Primera Guerra Mundial, en la cual millones de
personas de todas las religiones y nacionalidades perdieron la vida,
acontecimientos que tuvieron consecuencias inhumanas tales como la
recolocación no debe de impedir a los turcos y a los armenios establecer
empatías y actitudes humanas entre ellos.
En el mundo de hoy,
derivar enemistad de la historia y crear nuevos antagonismos no sólo es
inaceptable sino que tampoco es útil de ningún modo para la construcción
de nuestro futuro común.
El espíritu de esta época requiere
poder hablar a pesar de las discrepancias, intentar entender al que está
en frente escuchándolo, evaluar la búsqueda de caminos de compromiso,
rechazar el odio y alabar el respeto y la tolerancia.
Con este
entendimiento, nosotros, como República de Turquía, hemos hecho un
llamamiento para el establecimiento de una comisión histórica conjunta
para estudiar los acontecimientos de 1915 de una manera científica. Este
llamamiento sigue valido. Una investigación científica llevada a cabo
por historiadores turcos, armenios e internacionales jugará un papel
importante en el esclarecimiento de los acontecimientos de 1915 y la
comprensión correcta de la historia.
Dentro de este marco, hemos
abierto nuestros archivos a todos los investigadores. Hoy en día,
cientos de miles de documentos que se encuentran en nuestros archivos
están a la disposición de todos los historiadores.
Turquía,
siendo un país que mira al porvenir con confianza, también ha respaldado
siempre los trabajos científicos y exhaustivos para una comprensión
correcta de la historia. Independientemente de su origen étnico y
religioso, los habitantes de Anatolia que han convivido durante cientos
de años, que han creado valores comunes del arte a la diplomacia, de la
administración del estado hasta el comercio, poseen hoy también la
capacidad y la habilidad de construir un nuevo futuro.
Con la
esperanza y el convencimiento de que los pueblos con tradiciones y
costumbres parecidas de una área geográfica milenaria e incomparable del
mundo, tendrán la madurez de poder hablar de su pasado y conmemorarán
juntos y de una manera decente sus pérdidas, auguramos que los armenios
que han perdido la vida en las condiciones del principio del siglo 20
descansen en paz y expresamos nuestras condolencias a sus nietos.
Recordamos
también con compasión y respeto todos los ciudadanos otomanos que
perdieron la vida en condiciones similares durante el mismo periodo,
independientemente de su origen étnico y religioso.”